jueves, 23 de junio de 2011

Recordando a Benjamín



Cuando tenía siete años, le regalaron a Benjamín Franklin, un puñado de monedas.Las gastó inmediatamente en un silbato usado, por el precio real de cuatro nuevos.
No olvidó esa lección.
Más de 60 años después,comentó al escribir sus memorias: aquel día lloré de verguenza y me prometí pensar dos veces antes de malgastar tiempo y dinero.
Al cumplir 10 años su padre lo sacó de la escuela para trabajar en la cerería. No le gustaba por que le repugnaba el olor y el tacto de la cera. Su padre decidió entonces hacerlo impresor, siendo el aprendiz de su hermano mayor.
Así empezó a leer libros hasta la madrugada.
El periódico se llamaba New England courant.
El se dedicó a imprimirlo, plegarlo y repartirlo.
Perfeccionó la imprenta, luego de recalar en Filadelfia a la que llegó con solo una moneda.
Hizo lentes de aumento, inventó el pararrayos y fundó la primera biblioteca pública de Filadelfia.
Personas así deben ser el espejo donde mirarse los desencantados y los que esperan que la sociedad solucione todos sus problemas.

Queda mucho por hacer y pocos los dispuestos a hacerlo

2 comentarios:

  1. Me ha encantado el relato y sobre todo esas preciosidades de casitas que tienes.
    besitos ascension

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  2. Que maravillas!, siempre me han encantado las miniaturas, me ha gustado mucho.
    Besos.
    victoria.
    <3

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