domingo, 7 de agosto de 2011

La fábrica de carruajes










Muy cerca del lector se encuentra la fábrica de caruajes.
La forma y construcción de los vehículos de transporte no obedecen generalmente a caprichos, sino a las necesidades del hombre, según la naturaleza del suelo, las condiciones del ambiente y la índole de la labor.
Por ejemplo para el transporte de bultos, resultaría molesto el carro ordinario, en el que el centro de gravedad está muy alejado del suelo. Para ello se idearon transportes  que presentaban amplia superficie de carga con uno o dos pares de ruedas de corto diámetro y de ancha llanta, además de poderosos muelles.
LLama la atención, entre los vehículos de transporte, los trasjineros de Castilla, de anchas ruedas y altas barandas y tira de éste una recua de hasta doce mulas que arrastraban la pesada carga, por ejemplo de trigo.
Los aguadores de Puerto rico eran más prácticos que los gallegos que repartían en Madrid el agua en cubos a domicilio, a cuestas. Estos lo hacían mediante un ligero y sencillo vehículo, que constaba de un eje y un par de ruedas, con varas largas y enlazadas en su extremidad posterior con una especie de bastidor sobre el cual se apoya la cuba que sirve de pescante al aguador. A las varas va uncido un buey.
Oriente ofrecía una diversidad de carruajes entre los cuales destacaba el coche de gala, con ricos adornos y gran comodidad.
El monopolio de los magnates por la carroza fue el motivo de que el arte cooperara en su construcción, con la industria.
En el período romántico,  carrozas fueron de construcción sencilla. Un bastidor armado sobre cuatro ruedas, mayores las traseras que las delanteras. Tiraban de ella cuatro , seis u ocho caballos según la importancia de la solemnidad.
Su esplendor fue aumentando en proporción a el poder de los monarcas.
Las carrozas llegaron a ser verdaderas obras de arte. Algunas con maderas preciosas e incrustaciones en oro.
Pero la clase media y baja no se resignaron a quedar de peatones y, como las ciudades crecían y aumentaron las distancias, la carroza se democratizó.
La construcción de carruajes de todas clases, se deslindó, hasta constituir un industria separada de las demás, con carácter propio y principios peculiares del oficio, entre los que resalta como axioma dar a la rueda la mayor ligereza y velocidad posibles con el mínimun de tangencia sobre la superficie del suelo.
Un ejemplo de transporte colectivo a fines del XVIII: la diligencia
Gracias por vuestra visita

9 comentarios:

  1. Me ha encantado la información que nos has dado sobre los carruajes, pero mucho más la fabrica donde los construyen.Preciosa.
    Un saludo.

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  2. Es preciosa!!!
    Me encanta toda la informacion que me llevo cuando visito tu blog.
    besitos ascension

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  3. I always enjoy visiting your blog. You make it so interesting.:) Greetings Maria

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  4. Me encanta que cada vez que entro en tu blog aprendo más y más. La fábrica de ha quedado de lujo. Una preciosidad. Felicidades.

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  5. Nunca me canso de ver tus preciosidades. Un beso!

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  6. Gracias a ti por tenernos informadas y mostranos estas maravillas. Un saludo, Eva

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  7. Por Dios, que ciudad mas preciosa!!! Me gusta muchísimo, y también todo lo que cuentas!!! Besos desde Argentina!!

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